Es importante ser conscientes que, cuando llevamos a cabo las tareas de limpieza en nuestro hogar como lavar la ropa, los platos, los vasos, o realizar la limpieza de pisos y baños, los residuos resultantes, incluyendo los productos usados, no desaparecen mágicamente. Estos residuos fluyen a través de los desagües hacia el sistema de alcantarillado y, en última instancia, llegan a las plantas de tratamiento o, en situaciones desfavorables, se filtran en el suelo y las aguas, impactando negativamente a la vida silvestre y acuática con su acumulación. Desde diminutas microalgas hasta peces y mamíferos, todos los organismos quedan expuestos durante largos períodos de tiempo a sustancias químicas perjudiciales para su salud, lo que, con el tiempo, puede perturbar el equilibrio de las especies en el ecosistema. Por lo tanto, al elegir productos de limpieza, lo mejor será optar por alternativas biodegradables. Pero ¿qué significa que un producto sea biodegradable?
Degradación y Biodegradación
En teoría, toda sustancia, objeto o material es susceptible a degradarse en el tiempo. La realidad es que, este proceso es variable y mientras algunos tardan horas o días, otros tardan años en descomponerse en su totalidad. Esta acumulación de material o desechos es perjudicial para el medio ambiente, y es por esto que materiales como el plástico aunque sean reutilizables, dañan nuestro planeta
Entonces, ¿qué es la degradación o biodegradación? Es la capacidad de un material o sustancia de descomponerse en un tiempo variable, pero corto.
En específico, existen varios tipos de degradación, pero cuando nos referimos a la biodegradabilidad, se habla de la capacidad de un compuesto para descomponerse o desintegrarse de manera natural en componentes más simples como, agua, dióxido de carbono y residuos orgánicos, conocidos como: bioactivos. Todo este proceso es posible gracias a la intervención de bacterias, hongos y enzimas que descomponen la materia orgánica en productos no tóxicos.
Estudio de la Biodegradabilidad
Al escoger opciones Biodegradables es importante que prefiramos aquellas que están respaldadas por algún estudio o evaluación. Hoy en día, se llevan a cabo varios ensayos y análisis destinados a determinar la capacidad de un producto para degradarse de manera natural. Uno de estos métodos ampliamente reconocidos es el OECD 301, también conocido como el "Método de Biodegradación de la OECD" (OECD: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Este método comprende un conjunto de pruebas estandarizadas que se utilizan para evaluar la biodegradabilidad de sustancias químicas y materiales en el entorno natural.
De acuerdo con los criterios establecidos en el método OECD 301 B, C y D, se espera que un compuesto se descomponga o transforme al menos en un 60% en un período de 28 días. Este umbral es lo que permite clasificar a una sustancia como "fácilmente biodegradable".
Es esencial recordar que incluso una sustancia biodegradable, si se descarta en grandes cantidades en el entorno natural, puede resultar perjudicial. En consecuencia, el manejo adecuado de los residuos y desechos debe llevarse a cabo de manera responsable y consciente.